Parece que cada acontecimiento familiar se convierte en la ocasión propicia para realizar todo lo contrario a lo dictado por las normas sociales convencionales y sacar a lustre la verdadera personalidad, ganándose el rutinario resondrón de los padres que no toleran que sus hijos los hagan quedar mal entre los allegados y alguno que otro pariente conocido.
Es un miércoles por la noche y los familiares empiezan a llegar a la celebración del cumpleaños número 40 de mi prima. Ella ha venido desde el extranjero así que la celebración merece ser doble y sus padres han prometido “tirar la casa por la ventana”.
Los miembros de la orquesta contratada para animar la fiesta acomodan sus instrumentos, los invitados hacen lo propio y se van acomodando en las sillas, están distribuidas en dos líneas paralelas, como para que todos se puedan ver las caras.
Y allí estoy yo, llegando junto con mis papás y hermano y sintiéndome más perdida que cuy en tómbola a pesar de estar “en familia”. Lo mejor aún no está por comenzar.
Los encuentros con la familia son una vez a las quinientas, aunque en este caso no es sólo familia mía sino de mi prima, es decir no conozco a nadie de mi edad y o estoy rodeada de gente mayor o de niños que andan en pañales.
Las presentaciones y saluditos de rigor son lo usual así como los comentarios –a veces desatinados-:
- ¿Eres la hija de Gloris?, ¡Cómo has crecido¡ y tu hermanito también, es tu mayor ¿verdad? –Grrr! ¡mi hermano es menor que yo!, ¡tiene barba y es más alto pero es MENOR!-
La gente está sentada, los grupos de conversación se arman y yo –la única joven- me pongo a mirar a la gente y prestar atención a sus conversaciones, temas comunes: los hijos, los achaques de la vejez y la salud. Un par de critters pasan correteando por la sala, un bebé llora para que le cambien el pañal.
El aburrimiento puede más –lastimosamente no soy la chica sencilla que se acomoda a todo y que tanto desearía mi madre, ¿Por qué será?- y me retiro pro otros lares. Quisiera conversar con la agasajada pero está conversando con muchos invitados así que mejor no interrumpirla.
En la cocina, todos están ajetreados ultimando los detalles de la comida –aprovecho para gorrear un poco, y saludar a los que no había visto- mejor salgo de allí.
En la mesa del bufete se avistan todos los tragos listos para ser servidos (wiskey, licor de café, cerveza, ron, uhmmm ¿por allí vi un bayley’s?) y mis instintos borrachines quieren tratar de salir –ni siquiera sabía el por qué-.
No bailaré pero al menos tomaré –digo para mis adentros- pero ¿cómo hago para coger los tragos sin que se den cuenta? Es muy temprano, aún no bailan, así que mejor espero un rato.
Mi sobrina aparece y por fin me siento acompañada, junto a ella está mi hermano. Como la fotógrafa oficial de todos los eventos familiares mi sobrina tiene que estar presente para captar LOS HEChOS, me animo a darle una mano.
Ya pasó media hora, la gente está comenzando a bailar y yo me escondo para que no me obliguen a bailar, Mi sobrina y yo estamos en una interesante conversa junto con mi hermano, hasta que ella suelta la pregunta esperada: ¿Quieren probar cuba libre?
Un sí unánime..cogemos de manera el limón, el ron y la coca cola, sólo falta prepararlo..ahora ¿Dónde tomamos?
CONTINUARA..
Es un miércoles por la noche y los familiares empiezan a llegar a la celebración del cumpleaños número 40 de mi prima. Ella ha venido desde el extranjero así que la celebración merece ser doble y sus padres han prometido “tirar la casa por la ventana”.
Los miembros de la orquesta contratada para animar la fiesta acomodan sus instrumentos, los invitados hacen lo propio y se van acomodando en las sillas, están distribuidas en dos líneas paralelas, como para que todos se puedan ver las caras.
Y allí estoy yo, llegando junto con mis papás y hermano y sintiéndome más perdida que cuy en tómbola a pesar de estar “en familia”. Lo mejor aún no está por comenzar.
Los encuentros con la familia son una vez a las quinientas, aunque en este caso no es sólo familia mía sino de mi prima, es decir no conozco a nadie de mi edad y o estoy rodeada de gente mayor o de niños que andan en pañales.
Las presentaciones y saluditos de rigor son lo usual así como los comentarios –a veces desatinados-:
- ¿Eres la hija de Gloris?, ¡Cómo has crecido¡ y tu hermanito también, es tu mayor ¿verdad? –Grrr! ¡mi hermano es menor que yo!, ¡tiene barba y es más alto pero es MENOR!-
La gente está sentada, los grupos de conversación se arman y yo –la única joven- me pongo a mirar a la gente y prestar atención a sus conversaciones, temas comunes: los hijos, los achaques de la vejez y la salud. Un par de critters pasan correteando por la sala, un bebé llora para que le cambien el pañal.
El aburrimiento puede más –lastimosamente no soy la chica sencilla que se acomoda a todo y que tanto desearía mi madre, ¿Por qué será?- y me retiro pro otros lares. Quisiera conversar con la agasajada pero está conversando con muchos invitados así que mejor no interrumpirla.
En la cocina, todos están ajetreados ultimando los detalles de la comida –aprovecho para gorrear un poco, y saludar a los que no había visto- mejor salgo de allí.
En la mesa del bufete se avistan todos los tragos listos para ser servidos (wiskey, licor de café, cerveza, ron, uhmmm ¿por allí vi un bayley’s?) y mis instintos borrachines quieren tratar de salir –ni siquiera sabía el por qué-.
No bailaré pero al menos tomaré –digo para mis adentros- pero ¿cómo hago para coger los tragos sin que se den cuenta? Es muy temprano, aún no bailan, así que mejor espero un rato.
Mi sobrina aparece y por fin me siento acompañada, junto a ella está mi hermano. Como la fotógrafa oficial de todos los eventos familiares mi sobrina tiene que estar presente para captar LOS HEChOS, me animo a darle una mano.
Ya pasó media hora, la gente está comenzando a bailar y yo me escondo para que no me obliguen a bailar, Mi sobrina y yo estamos en una interesante conversa junto con mi hermano, hasta que ella suelta la pregunta esperada: ¿Quieren probar cuba libre?
Un sí unánime..cogemos de manera el limón, el ron y la coca cola, sólo falta prepararlo..ahora ¿Dónde tomamos?
CONTINUARA..