domingo, 21 de agosto de 2011

AUDIOVISUAL SOY (¿Será acaso la vocación o un camino terapéutico?)



Recuerdo bien la última vez que me hicieron un test vocacional, estaba en mi segundo años de estudio generales letras y el psicólogo arrancó la cita con una frase que nunca olvidaré: "una carrera es como un matrimonio, es un camino que escoges para toda la vida y que debes aprender a querer con defectos y virtudes, en los momentos buenos y difíciles".

Mucho puedo cuestionar actualmente sus palabras, pues así como el divorcio es la salida más usada, el escoger una carrera no implica limitarte a no poder  tomar otro camino más adelante. Considero la elección de una carrera el punto de partida de lo que crees que harás con tu vida y que probablemente te lleve por otros caminos no pensados inicialmente.

Bueno, a mis 18 años, yo y el periodismo no nos estábamos llevando muy bien, quizás porque las historias de la vida real eran demasiado para mi, quien deseaba volar con su imaginación y entretener al público, ¿Existía una carrera para eso?

Fue a principios del 2008 que sin nada que hacer, mi primo me preguntó si me interesaría apoyar en la pre-producción de una película, dije sí toda afanosa y entré como asistente ocultando que era una futura periodista.
Así fue que un nuevo camino se abrió ante mí, y no fue por lo que hacía en la productora -archivaba papeles, compraba cosas de oficina, preparaba el café, hacía llamadas, etc-, sino por lo que observé: el arte de contar historias y todo el engranaje que se movía tras de ello.
Ese mismo ciclo, me cambie de carrera en la universidad, y empecé a afrontarme a nuevas cosas:

- A que cuando la gente me preguntara qué estudiaba y yo les respondiera: comunicación audiovisual, no entendieran ni un ajo y me dijeran: ¿comunicaciones?, ¡oh! ¡estudias periodismo!. O cuando entendieran mi carrera me dijeran: ¡claro! ¿eres de los que filman bautizos, matrimonios, quinceañeros, fiestas de promoción?

- Tener la mente siempre despierta, para poder idear conceptos a cada rato, hacer guiones en 2 dias - o con muy poco tiempo si es que es un trabajo encargado- y que sean lo suficientemente buenos para ser grabados.

- Pese a que su esencia no es técnica, la carrera requiere de estas herramientas para poder manifestarse, por ende, tuve que empezar a aprender todo un mundo nuevo: nombres de luces, de filtros y lentes de cámara, programas de edición y post-producción, equipos de sonido, más y más nombres técnicos.. 

- Trabajar en equipo - un cargo falla y todo se va al cacho- y ello implica, no solo una buena química grupal sino soportar la mirada crítica de compañeros de promoción que se juran Tarantino, Almódovar o James Cameron (y ojo que en mi facultad no existe la especialidad de cine) que no sólo poseen el ego alto para criticar tus fallas sino para evitar ser criticados.

- Valorar todos los cargos que me tocaran: la dirección, la cámara, las luces, la dirección de arte, la dirección de actores, el sonido, la musicalización, la producción, y con ello a todo el equipo de gente que pone su granito de arena para lograr enrumbar esta historia. 

(Una de las tantas instantáneas que guardo de mis
grabaciones,  fue el primer corto que dirigí)
-Soportar el intenso ritmo de las grabaciones, que pueden ser divertidas pero estresantes a la vez (¡habla! un Red Bull!), nunca alcanza el tiempo, algo falla a último minuto - o alguien-,  las cosas se retrasan, hay peleas, actores malos, actores necios, actores divos, técnicos lentos, etc. Se requiere la magnífica virtud de saber solucionar problemas, mantener la calma y hacerse respetar, ¡caracho!

- Tener el coraje de mostrar el producto final y una coraza a prueba de balas, pues nunca sabes cómo la gente va a reaccionar a tu producto - si sale mal terminaras destruido, hay que salir adelante; si sale demasiado bien no creerse lo máximo y tomarse las cosas con calma para el siguiente proyecto. 
En esto último creo que soy experta, ¡No! no me creo lo máximo, todo lo contrario, tal como le comentaba a una amiga el destino ya me castigó lo suficiente con malos trabajos y malas críticas, ya me acostumbré a estar presente en las proyecciones de mis malos trabajos y sólo atinar a decir un "si sé que esta mal" cada vez que arrementen con su arsenal de comentarios.
Ojo que gran parte de estas fallas se debieron no a un mal planteamiento, sino a una mala ejecución

- Ahorrar dinero del trabajo y las propinas para financiarme las ideas que quiero plasmar por cuenta propia o sino para todos los trabajos de video que te mandan a hacer en los cursos, el gasto es grupal pero ello no le quita lo caro. El mundo laboral es cosa aparte, casi todos son trabajos free-lance, poca paga - si eres practicante la mayoría te da las gracias y si son buena gente tus pasajes- sin seguro, ni afp, pero ojo si te enganchas en un buen lugar puedes pertenecer a ese círculo exclusivo de gente que vive bien siendo audiovisual.

Seguro se preguntan ¿por qué rayos estudias algo de lo que siempre te quejas, y sabes que no ganarás plata? (escucho la voz de mi madre diciéndome, debiste ser ingeniera, abogada, contadora, hasta periodista y ahorita ya estarías pagándote la mensualidad)

Pues por una simple razón: porque me gusta contar historias. 
Yo creía que la carrera de comunicación audiovisual era algo meramente técnico, digno de geeks, amantes de la tecnología y otros frikis, y si bien requiere tener estas características en una pequeña dosis no es todo, sin una buena historia tu técnica no sirve.

Entré porque quería ser guionista, y es hasta ahora lo único que me mantiene viva: "el arte de contar historias" ¿por qué? porque darle el vuelco a algo que no puedo hacer en la vida real, y contárselo a todos visualmente es una manera de manejar la impotencia que siento de no lograr cosas de la vida real que se que se pueden hacer en la ficción. 

(el video acá mostrado, es fragmento de mis peliculas favoritas. Esta escena es clave para mi, refleja lo dicho lineas arriba, ¡maestro Woody Allen!)

También me han ayudado a sobrellevarlo, dos maravillosas áreas que conocí estudiando: la radio y la fotografía.
Esta carrera -que estoy a dos cursos de terminar-realmente ha sido como una relación, con sus altas y bajas, con sus frustaciones y alegrías, con sus peleas, con reclamos de mis viejos; pero siempre tendrá ese toque especial: generar algo en el espectador, cualquier tipo de sensación: alegría, tristeza, identificación.
Es el arte de entretener y el ver que un producto tuyo logra eso, es algo irremplazable. 
¿Menuda tarea verdad?



domingo, 14 de agosto de 2011

DE VUELTA A CLASES


22 años, noveno ciclo a medias -este ciclo lo concluyo-, sexto año en la universidad.


Mañana comienza mi penúltimo ciclo en la universidad, será mi penúltimo "primer día de clases", mis penúltimos examenes finales y parciales, y las "penúltimas" -pues me refiero a un grupo- boletas que mis padres pagarán. Cualquier cachimbo se sentiría feliz de entrar a un nuevo ambiente, de curiosear quiénes serán sus nuevos compañeros de aulas, profesores, cursos -bueno, cursos no creo que todos-. Recuerdo que cuando iniciaba mi primer ciclo forré mis cuadernos, hice mi horario, alisté mi mochila y mi ropa del día siguiente, toda una alumna aplicada. Seis años después usaré la energía que me queda de la semana para meterme a mi cama, y ya me confiaré en la puntualidad de mi despertador - y en mi "disciplina" en hacerle caso- para alistar todo a última hora y salir volando a tomar el micro -desayunando en este, si se puede claro-. 
Y ni me pregunten de horarios -ya veré que salón me toca mañana en el panel del pabellón-, cuadernos forrados -usaré el mismo del ciclo pasado, mmm el ciclo pasado no usé cuaderno..-, mochilas listas -tengo un bolso en el que apenas caben mi billetera y mi cartuchera de aseo-, y lista de compañeros de clase - a estas alturas me conozco a casi toda la facultad, ¿qué de sorpresa habría en las mismas caras?-.
¿Caí en las redes de la cotidianeidad y se perdió la magia mismo matrimonio cincuentón? ¿Es algo común o simplemente mis deseos de libertad están empezando a afectarme de esta manera?


Las vacaciones poco se sintieron con el trabajo y honestamente, pensar en que tendré algo en qué pensar -considerando mis cursos audiovisuales, "idear, escribir y grabar"- ya me hace querer dormir mucho, -considerando que debo levantarme temprano para el trabajo y vivo a una hora de distancia de este y la universidad. 
El pensar en todas las peleas, amistades, aventuras, decepciones, dramones, que se armarán en los cursos y en las interacciones con mis compañeros y los chibolos de la sala de estudio que cuidare, me da curiosidad pero a la vez me hace retroceder como una cobarde.  Es que realmente es rico seguir descansando, pero a la vez es necesario tomar responsabilidades -sí claro-. 

Ya veremos que cosas surgen del famoso videoclip que grabaré a fines de ciclo como parte de uno de los cursos que llevaré- resultado de la presentación de proyectos por parte los alumnos cuyo proceso creativo y selección será mismo reality (¿alguien dijo "paletazo"?)-. 
Siendo cerca de la medianoche, acabo de recordar que debo estar en el trabajo a las 8y30am y que , bueno, ya es la 15, primer día de clases.  
Chau "vacaciones", ¡Que empiece el show! 

PD: Sí, lo llamo "show", ¿de otra manera cómo habría de verle el lado entretenido a las cosas? Duh!