22 años, noveno ciclo a medias -este ciclo lo concluyo-, sexto año en la universidad.
Y ni me pregunten de horarios -ya veré que salón me toca mañana en el panel del pabellón-, cuadernos forrados -usaré el mismo del ciclo pasado, mmm el ciclo pasado no usé cuaderno..-, mochilas listas -tengo un bolso en el que apenas caben mi billetera y mi cartuchera de aseo-, y lista de compañeros de clase - a estas alturas me conozco a casi toda la facultad, ¿qué de sorpresa habría en las mismas caras?-.
¿Caí en las redes de la cotidianeidad y se perdió la magia mismo matrimonio cincuentón? ¿Es algo común o simplemente mis deseos de libertad están empezando a afectarme de esta manera?
El pensar en todas las peleas, amistades, aventuras, decepciones, dramones, que se armarán en los cursos y en las interacciones con mis compañeros y los chibolos de la sala de estudio que cuidare, me da curiosidad pero a la vez me hace retroceder como una cobarde. Es que realmente es rico seguir descansando, pero a la vez es necesario tomar responsabilidades -sí claro-.
Ya veremos que cosas surgen del famoso videoclip que grabaré a fines de ciclo como parte de uno de los cursos que llevaré- resultado de la presentación de proyectos por parte los alumnos cuyo proceso creativo y selección será mismo reality (¿alguien dijo "paletazo"?)-.
Siendo cerca de la medianoche, acabo de recordar que debo estar en el trabajo a las 8y30am y que , bueno, ya es la 15, primer día de clases.
Chau "vacaciones", ¡Que empiece el show!
PD: Sí, lo llamo "show", ¿de otra manera cómo habría de verle el lado entretenido a las cosas? Duh!
1 comentario:
Aww, compartía tu opinión hasta el año pasado creo porque estábamos en la misma facultad y le tmb perdimos un poco el norte a la carrera. Pero bueno, deseo que todo te vaya super super bien (estoy segura que si)
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