viernes, 20 de febrero de 2009

LO ESPERADO QUE SE TORNO EN INESPERADO




Asumiré de manera madura las consecuencias que puede traer hablar de una persona que puede estar leyendo este blog como no (eso espero), sin ningún afán difamatorio cambiaré los nombres y lugares con el fin de cumplir lo que me propuse con este post, narrar una experiencia de tantas que resalta por su sorpresiva aparición.

Jaime y yo éramos amigos del cole en la primaria, debo decir que cierto tiempo estuve prendada de él, no por su apariencia física sino por su manera de ser. Él coincidía conmigo en muchas cosas: Ambos los mejores alumnos del salón, ávidos lectores e incluso nuestros madres eran grandes amigas (por ahí comienza todo ¿no??). Incluso solíamos competir por las notas, pacíficamente, claro. A pesar de hasta tener las mismas rutinas y quejarnos de los mismos profesores pesados (lógicos en un colegio religioso) él nunca dio ninguna muestra de sentir algo hacia mí mas que amistad, eso me mataba porque de a poquitas él me empezaba a gustar. Hasta que vino el capitán de la selección de fútbol del colegio y con su aspecto físico (sólo eso pues era un imbécil) desvió mis miradas. Aun así seguíamos siendo cercanos, ya no tanto como antes porque nos cambiaron de salón pero sabíamos de la vida del otro cada cierto tiempo. Me empezaron a llegar rumores de que le gustaba una “amiga no tan amiga” y eso me molesto, pero lo que más me molestaba era la manera de cómo los chicos populares (entre ellos el hijo de una amiga de mi mamá) se burlaban de él y lo discriminaban del equipo de fútbol, le decían “maricón” porque se juntaba con chicas y era un buen chico. A mi eso también me molestaba, porque decir maricón a un chico que era atento con el resto de chicas me parecía un acto totalmente machista y digno de cualquier imbécil.
Y así fue pasando el tiempo hasta que me cambiaron del colegio (por motivos económicos) y entré a un mundo distinto. A pesar de ello cada cierto tiempo me acordaba de él, aunque le había perdido el rastro. Fue una tremenda emoción el recibir la llamada de su madre allá por el 2004, el motivo era echar de menos. Sin desperdiciar mis chances le pedí el correo electrónico de su hijo y automáticamente lo agregué al msn.
Esa llamada despertó todo lo que se me fue en la primaria y dados los machistas y perros de mi cole, lo comencé a extrañar. Esperaba con ansias que se conectara, y cuando lo hacía era el día más feliz de mi vida. No importaba que la conversa fuera interrumpida y de trivialidades y que yo e pedía que me escribiera y él dijera que no le gustaba escribir (al menos fue sincero en la choteada).
Cuando postulé a la universidad, grande fue mi sorpresa al enterarme que él también había postulado. Ambos ingresamos a diferentes carreras y con buenos puntajes, me alegró saber que nos veríamos seguido- cabe resaltar que no nos veíamos desde el cole, todas eran conversaciones por msn y me daba curiosidad saber como había cambiado-.
Supongo que cuando menos lo esperas pasa y cuando yo estaba más estresada por mi nuevo trabajo me lo encontré en la universidad, era el proceso de matrícula y estaba acompañado de su madre. Cuando le pasé la voz y volteó, me reconoció y lanzó una reacción media rara de sorpresa (un gritito).
- ¡Amiga como has estado1, ay
si, está bien, su voz y gestos eran de medio amanerado pero eso me llegaba así que lo deje allí, para mí seguía siendo un amigo de infancia, aunque esas cosas sirvieron para descartar cualquier suceso sentimental futuro.
Comenzó la universidad y de vez en cuando nos veíamos, nos saludábamos y conversábamos. Lo gracioso era que pese a todo estábamos ligados, ambos trabajábamos y estudiábamos y me enteré que mi tío era el mejor amigo de su papá.
Hace poco me lo volví a encontrar y conversamos, le comenté del blog y me dijo que lo leería. Lo que me gustó de ese encuentro fue que por primera vez en tanto tiempo pude ser yo misma y bromearle y todo. Nos quejamos del día de san Valentín, de lo abusivos que son ciertos empresarios con los practicantes y de la misiedad, bla bla bla. Ya no sentía nada por él y eso me alivió mucho porque fui sincera, antes fingía un poco (por algo el anterior post).
No crean que esta historia ha acabado, pues lo que pude ver con mis propios ojos hace unos días me dejó en shock. Era como si lo que creí que no era cierto se volvía verdad.
Acabando el rodaje de unos cortos, a insistencia de una amiga la acompañe a comprar un helado, si no fuera por ello no hubiera sabido nada. Es curioso porque en el camino de vuelta yo iba quejándome y enumerando los defectos de Mr. X hasta que vi algo peculiar en el pasto que me cortó literalmente el habla. Había una pareja de hombres en el pasto, uno estaba recostado en el regazo del otro mientras el otro le acariciaba la cabeza, parecían estar conversando. De lejos los vi y me pareció que el pata se parecía a Jaime. Esto fue lo que pasó por mi cabeza:
- ja, ese pata se parece a Jaime
- no no un momento, ¡Jaime1, no estoy loca, se parece a él
- ehh, mejor me acerco un poco y veo disimulado
- Oh sheet sí es él.

I, mi amiga notó algo raro en mí mientras saboreaba su helado. Cuando pasé por el lado de esa parejita, pude reconocer muy bien sus rasgos, es más, para ponerle una cereza al pastel habré sido tan obvia que cuando me miraron se acomodaron y se pusieron en posición de que no había pasado nada. Espero que no me haya reconocido.
No salí del shock hasta llegar a casa, no podía dejar de pensar en ello, y las manos me picaban en el largo camino de regreso a casa para escribir lo vivido.
Queridos lectores (o los que aun quedan dada la extensión de este post) puse el título “Lo esperado se tornó en inesperado” por una simple razón: durante la universidad cada vez que me encontraba con él sacaba lo más coqueta de mí y aún así no obtenía reacciones de él. Dado sus gestos amanerados lo tildé de gay de chiste, sabiendo que en el fondo no era cierto y que yo era una prejuiciosa, era esperado peor el comprobarlo con mis propios ojos fue abrumador.
Siendo egocéntrica diría que bueno, nunca pasó nada entre los dos no porque el problema estaba en mí, sino en sus preferencias. Así que no tengo en que preocuparme, por otro lado estoy confundida.
No creo en señales, pero ¿no es curioso que mientras rajaba de Mr. X justo apareciera esto? y si es así ¿qué rayos significa?

No tendrá nada que ver (en realidad naaa que ver), pero es la canción que tenía en al cabeza en el momento de reflexión y cuando escribía este post.


3 comentarios:

brendix dijo...

LA VIDA TE DA SORPRESAS , SORPRESAS TE DA LA VIDA AY DIOS!.

Bueno tarde o temprano te ibas a dar cuenta éstas cosas siempre salen a la luz, pero en parte mejor uno menos en la lista. Así q a seguir pa´lante nomas!

Cristina G. dijo...

En realidad no se si una cosa tiene que ver con la otra..yo en mi vida algunas veces no encuentro conexion en todo y normal, pa lante no mas!
O sea el patin se volvió gay? Quién diría no? me dejó desconcertadaaza tu post, oe!

beso,
Cris

PD: hay q vernos antes de q empiecen clases pueees!!

Anónimo dijo...

puxa Vane si pues hay ocaciones en las que sucede lo q menos te imaginas pero asi es pues q se le va a hacer en serio tu sabes xq lo digo ja!